Sirio, la estrella más brillante del firmamento

Sirio es la estrella más brillante del cielo nocturno. Podemos encontrarla en todo su esplendor en los cielos invernales del hemisferio norte, con un brillo más del doble del que tiene la siguiente estrella más brillante del firmamento: Canopus, que puede verse principalmente desde el hemisferio sur.

Conocida desde la antigüedad, esta estrella desempeñó un papel fundamental para el calendario y la agricultura egipcios, ya que su regreso al firmamento se asociaba con el desbordamiento anual del Nilo. En la mitología griega, representaba el ojo de la constelación de Canis Major, el gran perro que sigue fielmente a Orión, el Cazador.

Ubicación

Sirio, o Sirius en su denominación latina, es el nombre propio de la estrella Alfa Canis Maioris (α CMa, también Alfa Canis Majoris), la más brillante de todo el cielo nocturno vista desde la Tierra, situada en la constelación del hemisferio celeste Canis Maior.

Fig 1: Ubicación de Sirio en la constelación Canis Maior.

Etimología

El nombre propio más común para esta estrella proviene del latín Sīriŭs, a su vez del griego antiguo Σείριος (Seirios). En árabe se conoce a la estrella como الشِّعْرَى (transliterado: aš-ši‘rā o ash-shira; el líder), del que deriva el alternativo Aschere. En sánscrito se la nombra Mrgavyadha, «cazador de ciervos», o Lubdhaka, «cazador». Bajo el primero de estos dos nombres, Sirio representa a Rudra (Shiva). Viajando muy al norte, en Escandinavia la estrella era llamada Lokabrenna, algo así como «la antorcha de Loki».

En la astronomía china, es conocida como la estrella del «lobo celestial» (en chino y en japonés,天狼; pinyin: Tiānláng; rōmaji:Tenrō) en la Mansión de Jǐng (井宿). Por otro lado, en Norteamérica, muchos pueblos indígenas relacionaron de igual modo Sirio con los cánidos; los seri y los tohono O’odham tomaron la estrella como un perro que perseguía a ovejas de las montañas, mientras que los pies negros la llamaron «Cara-perro». El pueblo cheroqui emparejó Sirio con Antares como pareja de perros guardianes que custodiaban cada lado del «Camino de las almas»; los pawnee de Nebraska realizaron varias asociaciones: la tribu Skidi la nombraba «Estrella Lobo», pero otras usaban la variante «Estrella Coyote». En Alaska, los inuit del estrecho de Bering conocían Sirio como «Perro Luna».

Sirio y el Calendario Egipcio

Dada su calidad de estrella excepcionalmente vistosa, Sirio se encuentra presente desde tiempos prehistóricos en la mitología, las religiones y las costumbres de numerosas culturas.

Sirio era conocida en el Antiguo Egipto como Sopdet, Sothis o Sethis (en griego, Σῶθις, Sothis) y aparece ya en los primeros registros astronómicos, simbolizada por un perro, origen del ulterior nombre del Can Mayor. Durante la época del Imperio Medio de Egipto, el pueblo egipcio basaba su calendario en el orto heliaco de Sirio, esto es, el primer día en que se hace visible por occidente de madrugada justo antes de la salida del Sol. La importancia de este hecho reside en que marcaba el inicio de la temporada anual de crecida del río Nilo, antes del solsticio estival, después de una ausencia de setenta días en los cielos nocturnos.​ El jeroglífico de Sothis muestra una estrella de cinco puntas y un triángulo. Sothis era identificado con la gran diosa Isis, que formaba parte, junto a su esposo Osiris y su hijo Horus, de un triteísmo, mientras que ese periodo de setenta días en los que Sirio no se veía en el cielo simbolizaba el paso de Isis y Osiris por el duat, el inframundoegipcio.

Características

Sirio es una estrella binaria compuesta de dos estrellas blancas orbitando entre sí a una distancia de unas 20 ua (unos 3·109 km), aproximadamente la distancia entre el Sol y Urano, y un periodo de cincuenta años. La componente más brillante, Sirio A, es una estrella blanca de la secuencia principal , con una temperatura superficial estimada en 9940 K, unas dos veces más masiva que el Sol y con un radio aproximado de seis radios solares.  Su compañera, Sirio B, es una estrella que ya evolucionó de la secuencia principal y se convirtió en enana blanca. De hecho es la enana blanca más cercana a nuestro planeta. Tiene aproximadamente la misma masa que el Sol, pero es del tamaño de la Tierra, por lo que su densidad es altísima. Aunque su temperatura superficial es unas cinco veces mayor que la del Sol, y mucho mayor que la de su compañera Sirio A, es muy poco luminosa ya que se está enfriando lentamente al carecer de una fuente interna de energía (no hay fusión nuclear en su interior). Actualmente es diez mil veces menos luminosa en el espectro visual que Sirio A. La edad del sistema se ha calculado en unos 230 millones de años.

Fig 1: Tamaño comparativo entre Sirio A y el Sol.
Fig 2: Tamaño comparativo entre Sirio B y la Tierra.

 

Fuentes

  • ESA
  • Wikipedia

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